La educación (del latín educere 'sacar, extraer' o educare 'formar, instruir') puede definirse como:
- El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.
- El proceso de vinculación y concienciación cultural, moral y conductual. Así, a través de la educación, las nuevas generaciones asimilan y aprenden los conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de generaciones anteriores, creando además otros nuevos.
- Proceso de socialización formal de los individuos de una sociedad

La palabra educación procede de la latina ēducātiō o educatĭo, educatĭōnis familia de palabras que inicialmente tenía una acepción semejante a la de criar/crear y desde la palabra ēdūcō (ē-= fuera, desde y dūcō = extraigo, guío, conduzco) y la misma, tal como se explica al inicio tiene por lo menos dos etimos latinos: educere y educare, siendo el segundo derivado del primero; lo importante es que educere etimológicamente significa el promover al desarrollo (intelectual y cultural) del educando, es decir desarrollar desde las propias potencialidades psíquicas y cognitivas del educando el intelecto y el conocimiento haciendo en tal proceso activo al educando (o educanda según sea el género). Por tal motivo es muy importante diferenciar la educación de la forzada e inculcada instrucción o del adoctrinamiento, en la educación el ser humano es un sujeto activo que en gran medida se guía por la inducción o incluso también del razonamiento abductivo, aunque principalmente por la deducción, en cambio el sujeto de la instrucción o de un adoctrinamiento es aquel que solo repite la información (ya sea correcta o ya sea errónea) que se le inculca. Es decir, la genuina educación es un aprendizaje (en ingléslearning) abierto que va más allá de esquemas preconcebidos y que tiende a favorecer el desarrollo de la conciencia, la razón e inteligencia de cada educando y con éstas cualidades el mejor desempeño de cada persona educada para llevar a cabo en lo posible su óptima forma de vivir (la cual, se sobreentiende, es una vida culta en sociedad).
La Agencia Espacial Mexicana (AEM) presentó Educación Espacial, el primer portal educativo en español especialmente enfocado a la ciencia y la tecnología espacial. Al momento, la página cuenta con numerosos recursos y un enorme potencial.
La educación es uno de los problemas más acuciantes de nuestro país. Nada más evidente para los expertos en conocimiento especializado, en particular en el campo de la ciencia, que el hecho de que el sistema educativo actual no ayuda al desarrollo de nuevos talentos. Por un lado, la población en general espera innovaciones mexicanas de clase mundial, pero por el otro la marginalidad y los diversos obstáculos a los que una niña o un joven se enfrentan para perseguir una carrera científica son innumerables.
La AEM decidió no resignarse en este sentido. Si bien es cierto que la Agencia poco o nada puede hacer en relación a la educación básica o a la reducción de la marginalidad educativa, sí pueden llevar a cabo un programa de difusión que alcance a una gran cantidad de jóvenes. Educación Espacial es justamente un portal educativo que brinda numerosas herramientas a los interesados en las ciencias espaciales.
Cuentan con una plataforma de cursos a distancia desde la que imparten clases para diseñar un CanSat, es decir, un simulador del tamaño de una lata de refresco de un sistema espacial integrado. La inscripción es gratuita y depende totalmente de tus ganas de aprender. La plataforma luce bastante funcional, presenta la información de manera clara e interesante y abre la posibilidad de chats en tiempo real con expertos. Por eso mismo resulta deseable que en el futuro aparezcan más cursos sobre distintos aspectos de las ciencias y la tecnología espaciales.