Un curioso estudio llevado a cabo en el Reino Unido ha arrojado una conclusión que llama bastante la atención, y es que las personas altas (de más de 162cm en hombres y más de 151cm en mujeres) se sienten mejor que las personas bajas (menos de 162cm en hombres y menos de 151cm en mujeres).
Según la investigación no sólo los ingresos económicos, el amor, la salud física y todas las cosas que se asocian a la felicidad causan bienestar, también se añade a ellas la estatura de los individuos.
Encuestando a 15.000 adultos, el investigador Thorsten Christensen evaluó mediante un cuestionario, cuán sanas se sentían las personas. Resultó ser que las personas bajas sostenían que se sentían peor mental y físicamente que las personas de estatura alta o normal.
Entre las inferencias a las que este estudio dio lugar está la de que tres centímetros contribuirían sobremanera a mejorar la salud de un individuo bajo, mientras que sumados a la estatura de una persona alta o normal no modificaría tanto.
Según la investigación no sólo los ingresos económicos, el amor, la salud física y todas las cosas que se asocian a la felicidad causan bienestar, también se añade a ellas la estatura de los individuos.
Encuestando a 15.000 adultos, el investigador Thorsten Christensen evaluó mediante un cuestionario, cuán sanas se sentían las personas. Resultó ser que las personas bajas sostenían que se sentían peor mental y físicamente que las personas de estatura alta o normal.
Entre las inferencias a las que este estudio dio lugar está la de que tres centímetros contribuirían sobremanera a mejorar la salud de un individuo bajo, mientras que sumados a la estatura de una persona alta o normal no modificaría tanto.
Un estudio dirigido por Qimei He y Brian J. Morris sugiere que existe una relación entre la estatura corta y el gen FOXO3. En estudios previos se había encontrado que este gen protector tiene una estrecha relación con la longevidad.
La investigación se realizó con un grupo étnica y culturalmente homogéneo de personas. Se buscó que la única variable significativa fuera la estatura. Los científicos de la Universidad de Hawaii, EEUU, quienes dirigieron este estudio, no pueden explicar con exactitud por qué las personas de baja estatura cuentan con el gen FOXO3 y los demás no.

Sin embargo, no hay duda de que este gen está relacionado con la longevidad. Hasta donde sabemos, el gen mejora el metabolismo, suprime tumores, favorece la asimilación de insulina y protege a las células de la oxidación por estrés.
¿Quiere decir que los altos están condenados? No realmente, cualquier persona puede llevar una vida sana y evitar factores de riesgo para la salud. Los altos pueden tener una vida larga si se cuidan, aunque no tengan el gen FOXO3. Claro que es más probable que los chaparritos ya nazcan con esta significativa ayuda genética y tengan una vida más fácil. Ahora los pequeños pueden ir por el mundo contentos porque por fin su estatura les ha dado una ventaja.

